El desarrollo sostenible a partir de la ejecución de proyectos viales y de hidrocarburos por parte del Estado Boliviano, esta en cuestión, debido principalmente a las dificultades de concreción del concepto de desarrollo sostenible en lugares donde se debe escoger entre preservar los recursos naturales estratégicos o amparar derechos de comunidades indígenas.
En relación a las normas establecidas en la Constitución Política del Estado, y la consulta previa, en caso de afectar parques nacionales y comunidades indígenas. El Estado debe cumplir la ley y aplicar la norma que por función institucional le corresponde, sin vulnerar derechos de poblaciones originarias y el medio ambiente.
El dilema existente mantener el frágil equilibrio entre la conservación de ecosistemas y el aprovechamiento de los recursos que favorezcan a las políticas de un Estado.
Actualmente, el Estado Boliviano lleva adelante un ahelado proyecto que une los departamentos de Cochabamba y Beni, y el diseño del tramo Villa Tunari - San Ignacio de Moxos indefectiblemente atraviesa la parte media de parque nacional y reserva indígena Isiboro Secure, selva amazónica subandina con una extensión de 12.362,96 Kms.
Considerando el impacto ambiental de una carretera y la afectación al equilibrio ecológico que representa, es imperativo de parte del Estado Boliviano, un estudio profundo de las consecuencias ambientales y el futuro de esta reserva. Por su parte los Pueblos Indígenas que habitan desde antes de la declaratoria de parque, también considerar la no trasgresión de las normas en cuanto a la preservación de estos recursos, que al final el proceso de degradación ambiental de forma acelerada o lenta culmina con la desertización y pérdida de incalculables consecuencias.
Lo optimo para este tiempo, es considerar que por efecto del cambio climatico y acelerada degradación ambiental que es provocada en el mundo, las obras viales y proyectos de aprovechamiento de recursos, sean circundantes a estas grandes reservas ambientales que posee Bolivia.
Cuando destruímos la naturaleza, estamos destruyendo la diversidad biológica, producto de 4.000 millones de años de evolución: millones de especies de plantas, animales y microroganismos que pululan en el medio natural. ¿Cuánta variedad existe sobre la tierra? No se tiene al respecto al respuesta exacta, pero se estima que el número global de especies podría oscilar entre los 5 y los 30 millones, aunque por el momento se han clasificado casi un millón y medio. La diversidad biológica es la riqueza natural del mundo, y la supervivencia de nuestro planeta depende de la conservación, lo más intacta posible, de esa diversidad.